viernes, 2 de marzo de 2018


“Autoliberación Interior” de: Anthony de Mello.

Fragmento del capítulo: Disparar gratuitamente.


...El deseo marca siempre una dependencia. Todos dependemos, en cierto sentido, de alguien (el panadero, el lechero, el agricultor, etc., que son necesarios para nuestra organización). Pero depender de otra persona para tu propia felicidad es, además de nefasto para ti, un peligro, pues estás afirmando algo contrario a la vida y a la realidad. Por tanto, el tener una dependencia de otra persona para estar alegre o triste es ir contra la corriente de la realidad, pues la felicidad y la alegría no pueden venirme de fuera, ya que están dentro de mí. Sólo yo puedo actualizar las potencias de amor y felicidad que están dentro de mí y sólo lo que yo consiga expresar, desde esa realidad mía, me puede hacer feliz, pues lo que me venga desde afuera podrá estimularme más o menos, pero es incapaz de darme ni una pizca de felicidad.
Dentro de mí suena una melodía cuando llega mi amigo, y es mi melodía la que me hace feliz; y cuando mi amigo se va me quedo lleno con su música, y no se agotan las melodías, pues con cada persona suena otra melodía distinta que también me hace feliz y enriquece mi armonía. Puedo tener una melodía o más, que me agraden en particular, pero no me agarro a ellas, sino que me agradan cuando están conmigo y cuando no están, pues no tengo la enfermedad de la nostalgia, sino que estoy tan feliz que no añoro nada. La verdad es que yo no puedo echarte de menos porque estoy lleno de ti. Si te echase de menos sería reconocer que al marcharte te quedaste fuera. ¡Pobre de mí, si cada vez que una persona amada se va, mi orquesta dejara de sonar!
Cuando te quiero, te quiero independiente de mí, y no enamorado de mí, sino enamorado de la vida. No se puede caminar cuando se lleva a alguien agarrado. Se dice que tenemos necesidades emocionales: ser querido, apreciado, pertenecer a otro, que se nos desee. No es verdad. Esto, cuando se siente esa necesidad, es una enfermedad que viene de la inseguridad afectiva. Tanto la enfermedad, necesidad de sentirme querido, como la medicina que se ansía, el amor recibido, están basados en premisas falsas. Necesidades emocionales para conseguir la felicidad en el exterior, no hay ninguna; puesto que tú eres el amor y la felicidad en ti mismo. Sólo mostrando ese amor y gozándote en él vas a ser realmente feliz, sin agarraderas ni deseos, puesto que tienes en ti todos los elementos para ser feliz. La respuesta de amor del exterior agrada y estimula, pero no te da más felicidad de la que tú dispones, pues tú eres toda la felicidad que seas capaz de desarrollar. Dios es la Verdad, la Felicidad y la Realidad, y Él es la Fuente, dispuesta siempre para llenarnos en la medida que, libremente, nos abramos a Él.....
Les dejo a continuación una charla que dio en Nueva York y fue  subida en 4 partes, se tituló:

“¡Despierta! Como ser reales”.








Sobre libros y otras historias...

Jamás lo conocí personalmente, sin embargo, aún lo extraño...

Creo que Anthony de Mello fue uno de los pensadores espirituales más lúcidos del siglo XX que me ayudó y acompañó durante muchos años. Uno de sus libros fue para mí, lectura de cabecera y permanente compañía : “Autoliberación Interior”.
Libro doloroso ya que te obliga, una y otra vez a replantearte la veracidad, la auténticidad de tu amor por el otro.
Tu incondicionalidad absoluta y desapegada sinceridad.
El hecho que de Mello hubiera nacido en India, en el seno de una familia católica,  rodeado de múltiples formas de  practicar y manifestar una vida espiritual, le dio una visión muy respetuosa, de gran ángulo y completa tolerancia.

Dicen en Wikipedia:

Anthony de Mello S.J. (Bombay, 1931 —  Nueva York, 1987) fue un sacerdote jesuita y psicoterapeuta conocido por sus libros y conferencias sobre espiritualidad, donde utilizaba elementos teológicos de otras religiones, además de la tradición judeocristiana...

Este es un historia que siempre solía contar en sus charlas y conferencias, y a menudo, me sirvió para ejemplificar lo que Swami resume cuando dice: EPPUDU-UNDADU (Sánscrito y significa: Ya pasará).

Esto decía...

En un pueblito lejano, muy humilde, vivía con su familia un aún más humilde un viejo campesino chino.
Un día, el único caballo que tenía para ayudarlo en sus tareas de labranza, se escapó a las montañas cercanas. Cuando la gente del pueblo se enteró, corrió a condolerse con él, pero el viejo ante los lamentos solo contestaba: "¿Buena suerte, mala suerte... Quién sabe?"
No había pasado un mes desde aquel suceso y cuando apenas amanecía, el viejo y la familia, vieron con asombro que su caballo había regresado a casa, arriando con él, una manada de potros salvajes.
Toda la gente vino corriendo a felicitarlo, pero el viejo como siempre, solo respondía: "¿Buena suerte, mala suerte... Quién sabe?"
Un día, tratando de domar uno de los potros recién llegados, el único hijo del pobre campesino se cayó, quebrándose malamente una pierna. ¡Oh! A todos les pareció el colmo de la mala suerte, pero el anciano, imperturbable, seguía repitiendo: "¿Buena suerte, mala suerte... Quién sabe?"
El muchacho no se había repuesto aún de sus quebraduras, cuando el ejército entró en el pueblo, reclutando para la guerra a todos los hombres jóvenes del pueblo, excepto, al hijo del pobre campesino que aún seguía lastimado...
Entonces... Buena suerte? Mala suerte? ¡¿Quién sabe?!

Cuando miro hacia atrás, me doy cuenta que mi pasado, mi historia está plagada de circunstancias que en su momento parecieron extremas, límites, pero que evaluándolas en conjunto, las agradezco tanto, porque son las que me trajeron hasta acá, aquí y ahora... ¡Y hoy soy feliz!
                  



Si les interesa, “Autoliberación Interior” se puede leer, o bajar de la web: http://www.domingo.org.ar/itinerarios.formativos/Itinerario.Formativo.3B/03B.00.Autoliberacion.interior.-.Antony.de.Mello.pdf

jueves, 1 de marzo de 2018

INVITACIÓN ABIERTA


                                                    INVITACIÓN ABIERTA

Muy queridos hermanos, por ahora, asumo que ya llegué al final de estas historias, que tanta felicidad me dieron y el compartirlas con ustedes, no solo significó la alegría del recuerdo, también se multiplicó en la emoción que experimentamos juntos.
Esto es una invitación, abierta, para todos aquellos que tienen una o más historias en las que La mano de Swami y su intervención se hizo clara y evidente.
Se que todos atesoramos en nuestra memoria y en nuestro corazón un instante, un momento, un regalo de Swami y los convoco para que nos las cuenten. ¡Compartámoslas con todos!
No importa si no saben escribir, me comprometo a revisarlas y orientarlas, quizás mejorando el como pero nunca el porqué, la forma. El resultado final quedará sujeto a vuestra aprobación, siempre.
Lo importante es compartir ese momento especial, único y que nos colma el alma de alegría y agradecimiento.
Me escriben acá o a: saipakora@hotmail.com
Que Swami nos guarde en el huequito de Sus manos.